jueves, septiembre 30, 2004

Después de una larga ausencia

Sigo viva y les escribo desde el país de los cuernitos y los quesos apestosos pero deliciosos

¡Sí! He logrado tener internet en mi cuarto, después de pleitos con mi máquina, con la caja del internet inalámbrico, con las cifras de las claves, con la recepcionista, etc. Finalmente empiezo a confiar en la tecnología y sus beneficios, aun cuando no sea todavía capaz de hacer la diferencia entre un "on" y un "off".

Ahora ya puedo jactarme de tener de vuelta mi muy amado teclado con caracteres en español que me permiten acentuar las vocales que se me vengan en gana y así poder presumir de mi buena o mala ortografía.

Al fin de regreso al mundo de los "blogs" y de las cyber exploraciones. Puedo ahora matar estas horas en las que en este país está todo cerrado y no se puede hacer gran cosa. Tendré en qué ocuparme estos largos domingos en los que descanse mis ojos de mis deberes de lectura, para cansarlos con las luces de mi brillante monitor.

Bendito sea el internet. Amén.