En sachant que "à" se ressemble juste un petit peu, mais quand même il y a une difference
Ahora Mlle. R se ha convertido en Mlle. RR y las conversaciones se han vuelto mas nasales y guturales, la boca de RR parece que va a escupir el esofago cada vez que pronuncia alguna palabra, mismas que suenan extranjeras a sus oidos pero la mayoria de las ocasiones le recuerdan la hermosa pero terrible sensacion que provoca el saber que se es diferente.
La diferencia para el placer de RR radica tan solo en los acentos de la ortografia de su lengua natal, reconoce su existencia y lo que le provoca su ausencia, unas simples marcas tipograficas la hacen diferente de aquellos otros con los que se encuentra con tan solo abrir la puerta. Dentro esta muy bien, parece que no hubiese diferencia, vuelve a ser Mlle. R, aun mas, tan solo es R. Sin embargo, de golpe esos acentos le recuerdan que el afuera ya no es el mismo y que pronto el adentro tampoco lo sera.
R disfruta recargarse en la silla que da a la ventana del departamento del cuarto piso, lo disfruta porque desde ahi se escuchan las ambulancias y los carros, esos sonidos que no necesitan de una revision ortgrafica ni fonologica, ruidos que no perturban su sensacion de pertenencia, su aculturacion, su olvido de saber que los "ahi" se acentuan en la "i" para evitar confusiones en la experiencia oral, llamada conversacion, con el verbo "hay".
Maldice los acentos sin emabargo, los maldice cada vez que los llama y ellos la ignoran. Pero, los ama, estan siempre ahi aunque ella lo olvide, los ama cuando los mira en fotografias y ellos le reponden con ojillos tristes, los cuales le dicen que el ser diferente es una bendicion de la cual pocos gozan. Y es que, ser diferente a ratos funciona como huida, ellos le susurran. Es un escape perfecto, de esos en los que los trazos, las huellas y los errores parecen ausentes. Por fin R encontro que no haya coartada mas perfecta que poder acentuar todas las vocales.
1 comentario:
¡Qué gusto saber de vuestra merced! A decir verdad, hoy preguntaron por ti Wely y Margarita. No exagero al decir que hoy escuchamos unas cuantas canciones de los Doors y nos acordamos de ti, recordamos eso que sigue preciso -como la nota perfecta- en nosotros, los que nos quedamos.
Hizo bastante calor el día de hoy, hubo sol. Creo que fumé más de una cajetilla. Al salir de casa noté un olor a tierra despertando de su seco letargo. Por supuesto antes de salir de casa me puse a cantar, como es costumbre cada que hay tiempo. El día tiene coincidencias o se plagia sucesos que no debieran repetirse, pero esto te lo explicaré en un email.
Fui con Margarita y Wely a un bar muy chingón en la Condesa. Ahí escuchamos música de los Doors, y creo que sin preguntárnoslo los tres nos acordamos de ti. Pronto dijo Wely tu nombre, a Margarita se le acumuló la ausencia en la mirada, y yo sentí esas campanas que suelen arrebatarse dentro de uno trayendo de vuelta lo que ya no está: Pero como en tus fotos, sigues aquí. Hablamos un poco de ti, como lo seguiremos haciendo. También recordamos a Memo, así se nos fue la tarde, como se van largos adioses cuando aún no se dicen. Y soy sincero, Adrianita: No pasa un día sin que nos acordemos de ustedes, sin que digamos sus nombres y algo se contraiga dentro del pecho -supongo que es ese humilde obrero que hace sonidos de caballo como "pum pum"-.
En este momento estoy rompiendo mi regla de oro: no escribir pedo. Pero no se me hace justo no responder, sabes que a pesar de que sea medio especialito o extraño, sé corresponder.Y aquí me tienes, pedote, haciendo un esfuerzo por no decir algo idiota o sin sentido. Me tomo unas a tu salud, y no te sientas sola que no lo estás, de este lado del charco te queremos.
Por cierto, yo también me compré una planta, pero carnívora (Drossera) -y grosera-. Cuando regreses presentamos a Constanza con mi Alondra devoradora de moscas.
Seguimos en contacto, Adrianita. Tienes mi dir, mi tel, y hasta te he dicho lo que no debiera de mí. Así que ya sabes, cuentas con este conejo borracho pa lo que sea. Y pásanos tu dir. en Lyon para mandarte cartas -o mejor aún, chupes, chiles, y mariachis-.
Sin más por el momento me despido, éxito.
Je pensé à toi dans le jour, comme Margarita et Wely aussi... touts les jours, Adriana. Touts les jours.
Te queremos (y me permito hablar por las demás),
Conejillo borrasho y compañía etílica
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