Que le cante a las magnolias me advirtieron
cuando vuelvas como la mañana me anunció
cuando a la vuelta de la esquina, el árbol manso
se agite y regale su tibia sombra
mientras en la avenida el aire frío se confunde
con el susurro de la prisa colectiva
mientras en la ciudad las luces
se marchitan y esconden el relámpago de las sirenas
cuando el cielo quede limpio
y en su cuerpo con tinta negra tu nombre escrito
mientras en el parque las terrazas se ofrecen a las nubes
que traen consigo la lluvia de las cinco menos diez
que no olvide cantarle al perfume me recordaron
cuando el tiempo sea el justo y te vea llegar por la noche
cruzando el camellón a pies descalzos con el par de maletas
y el ramo de magnolias encendidas
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